lunes, 11 de marzo de 2013

Según el consejo, la Semana Santa se está volviendo como una ``Afición sin Dios``


Como bien cuentan los amigos de Pasión en Sevilla... Ayer fue el Cuarto Domingo de Cuaresma, Capilla Real. El Consejo General de Hermandades y Cofradías, el Cabildo Catedral y la representación de la ciudad se reúnen como vienen haciendo tradicionalmente, para aprobar el horario e itinerario de las cofradías que van a realizar su estación de penitencia en la próxima Semana Santa. Y para que esos horarios e itinerarios sean censurados por la autoridad eclesiástica y tengan plena validez.
Ayer se cumplió el ritual. Todos los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno (faltó sólo la representación de dos corporaciones) se sentaron respetuosamente en los bancos a los pies de la Virgen de los Reyes que los presidía con su sonrisa. Los de laMadrugada todos juntos a pesar de que su jornada se caracteriza concretamente por ser una de las pocas que no respeta el orden natural de las cofradías.
Y fueron precisamente los representantes de la Esperanza de Triana y de Los Gitanos quienes alzaron su voz en el turno de palabra para expresar que no están de acuerdo con el orden de su cofradía en la nómina del día pero que la «acatan» por obediencia eso sí, sin renunciar «a los derechos históricos» que les corresponden.
Pero las palabras que más resonaron en la Capilla Real fueron las del presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Carlos Bourrellier, quien se estrenaba en el cargo. Tras referirse a la situación de Sede Vacante en la iglesia y agradecer al Papa emérito su magisterio, Bourrelier pidió a las cofradías que se conviertan en «verdaderos referentes de culto ante la excesiva banalización y trivialidad que se va apoderando de la Semana Santa, que se está convirtiendo en una afición sin Dios».
Pero no todo fueron críticas. El presidente del Consejo alabó el gran esfuerzo con el que las cofradías se están enfrentando a la crisis, «demostrando una vez más cómo se adaptan a los tiempos que nos ha tocado vivir». Eso sí, llamó a la «colaboración mutua y a la caridad cristiana» para que se cumplan los horarios establecidos, «en detrimento, si ello fuera preciso, al propio lucimiento».
El delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, también quiso destacar el reconocimiento social que están recibiendo las hermandades precisamente por su implicación. Serrano aprovechó la ocasión para pedir perdón «por los errores que hayamos podido cometer desde el Ayuntamiento», unas disculpas que reiteró en varias ocasiones.
El vicario general de la Archidiócesis, Teodoro León, quiso mostrar su «cariño» hacia las cofradías a las que avisó del «peligro de creer que podemos hacer el bien sin la Iglesia».
El Cabildo se saldó con el cambio en los horarios e itinerarios de 25 cofradías (de las que curiosamente cinco pertenecen a las Vísperas), unas modificaciones que ya habían sido acordadas por las respectivas juntas de gobierno y aprobadas por los correspondientes delegados de día.
Pero no siempre este Cabildo de Toma de Horas ha sido así. Todo lo contrario. No hace tantos años, las negociaciones para los cambios de horarios e itinerarios se prolongaban hasta bien entrada la madrugada del mismo domingo y había que escribir los documentos que leía el secretario a última hora y con prisas. Claro que mucho se ha avanzado desde 1880 cuando hubo que cambiar de sitio la celebración de este cabildo desde la Capilla de las Doncellas hasta la Capilla Real porque los gritos y las discusiones llenaban toda la Catedral.
Una vez concluido el ritual, la vida de las cofradías en Cuaresma seguía su curso. Las funciones principales de la Esperanza de Triana y de Los Gitanos, los besamanos de la Estrella o el Valle, o los actos con los niños pequeños en las hermandades de la Cena o los Estudiantes.
Junto a otras tradiciones como la mudá del paso de misterio de la Amargura, el ensayo de costaleros de Montesión o el montaje del paso de palio de la Virgen de la Angustia de los Estudiantes. O la limpieza de la plata que se vivía muy intensamente en la mañana de ayer domingo en la mayoría de las casas de hermandad y dependencias de las parroquias de los barrios. Como dijo Carlos Bourrellier en su despedida: «Que tengamos una buena climatología, que ya nos toca».

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